sábado, 14 de enero de 2012

Hora de hacer una presentación.... Dar un discurso yo???

Pero ante todo, ¿qué es lo que debemos evitar al realizar una exposición? Y ¿cuáles son los errores más comunes de los expositores? Realizar una exposición no es nada sencillo, pero con ciertos consejos podremos mejorar en este aspecto.

Cuando asistimos a congresos o a seminarios de cualquier tema vamos a ver que hay dos tipos de expositores. Los primeros son aquellos que logran captar toda nuestra atención y que nos generan gran interés, sin duda estos expositores son los que arrancan los aplausos del público. Por otro lado, tenemos a los expositores que recordamos porque nos hicieron dormir una siesta inesperada en el seminario, es decir a aquellos que no captaron nuestra atención y mucho menos recordaremos cuales fueron sus temas expuestos.

Para no cometer los mismos errores en una exposición a nivel universitario debemos tener en cuenta ciertos aspectos importantes.


El primero, nunca empiece pidiendo disculpas a su auditorio. Es obvio que muchos aspectos externos a usted pueden fallar, como los equipos, el sonido, la iluminación, etc., sin embargo los 30 minutos iniciales son importantísimos para generar la imagen que deseamos que nuestro auditorio forme sobre nosotros.

Si se equivocara en esta primera etapa, es muy probable que su auditorio lo encasille como un profesional inseguro e inestable o, si todo sale bien lo considerarían de manera contraria.

Es así que si vamos a gastar nuestro tiempo, debemos hacerlo de una manera que valga absolutamente la pena, si vamos a una conferencia o presenciamos una exposición vamos a desear que el expositor sea una persona segura y competente que tenga el control casi absoluto sobre la situación.

Lo segundo, un expositor no debería limitarse a transmitir sólo la información, las personas por lo general quieren escuchar también las anécdotas, emociones, experiencias y los casos particulares, que en la práctica son más interesantes que el argumento general, ya que este lo podremos encontrar en los libros, sin embargo, las anécdotas y los casos no. Es por ello que, un expositor no debe limitarse a leer la información que se presenta en su presentación de diapositivas.

Lo tercero, al exponer un tema debemos hacerlo con pasión, si nosotros no nos encontramos motivados, tampoco podremos esperar que nuestro público lo esté. Las personas desean tener al frente a un profesional convencido de los que nos trasmite, caso contrario decidirán que no vale la pena prestarle atención.

Lo cuarto, no debemos hablar y hablar sin parar, esto generará que a largo plazo nuestro cerebro no retenga nada de la información escuchada pues sólo pasó por nuestra memoria de corto plazo y se fue borrando a medida que nueva información entraba a nuestra memoria. Es importante que el expositor, a medida que va avanzando en su exposición, proponga ejercicios mentales para que los que escuchan vayan interiorizando y aplicando la información que están adquiriendo, de manera tal que su memoria de largo plazo las vaya asimilando. Para ello se pueden realizar discusiones grupales o resolver oralmente casos específicos.

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